23 sept 2008

La crisis ninja

Hacía tiempo que no me acercaba por aquí; aunque le echo un ojo de tanto en tanto.
He añadido un por de artículos sobre las causas de la actual crisis económica. Y durante un tiempo voy a continuar por ahí pues creo que es un tema relevante.

22 sept 2008

Prueba

Mis primeras pruebas subiendo texto desde i.touch

El IPCC, la ciencia del cambio climático

El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático nace en 1988, impulsado por un pequeño grupo de países, bajo la iniciativa del científico Bert Bolin. El organismo depende de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Hoy, tras 19 años, ha sido galardonado junto a Al Gore con el Premio Nobel de la Paz, por "sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para las medidas para contrarestar ese cambio".
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El IPCC es el organismo asesor de las Naciones Unidas para el cambio climático. Su labor principal es hacer informes de evaluación a partir de la investigación de excelencia realizada en todo el mundo por la comunidad científica. "El IPCC es neutral y sus informes de evaluación no son prescripciones políticas", recordaba el organismo el pasado mes de enero. "Lo que hace el IPCC es aportar la información científica [sobre el clima] y después es responsabilidad de los Gobiernos decidir qué acciones y o decisiones deben tomarse".
Organizado en cuatro grupos de trabajo (que evalúan desde aspectos científicos del cambio climático, la vulnerabilidad de los sistemas socioeconómicos y naturales al cambio climático, las posibilidades de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un grupo especial que realiza inventarios nacionales de gases de efecto invernadero), el IPCC ha realizado hasta el momento cuatro informes de evaluación.
El primero de ellos, presentado en 1990, fue una contribución esencial para constatar que la tierra se estaba calentando debido al aumento de las emisiones de gases que provocan el llamado efecto invernadero. Dos años después, la ONU aprobaba la Convención Marco de Cambio Climático, por la que se comprometía a evitar el calentamiento global.
El segundo informe del IPCC, presentado en 1996, señala que la actividad humana estaba detrás del calentamiento global, por lo que no es casualidad que un año más tarde se firmara el Protocolo de Kioto. En su tercer informe, el IPCC vaticinaba que el cambio climático iba inducido iba a durar siglos, y calculó que durante este siglo las temperaturas medias iban a aumentar entre 1,4 y 5,8 grados centígrados.
EL IPCC tiene previsto cerrar su cuarto informe en Valencia, entre el 12 y el 16 de noviembre, con un reunión de los cuatro grupos de estudio.

Fuente: El País

De la crisis ninja al capitalismo 3.0

El capitalismo ha muerto. Ya no cree en él ni su propio impulsor, Estados Unidos, que se está dando un auténtico festín de intervencionismo: Bearn Stearns, Indy Mac, Fannie Mae, Freddie Mac... Con el beneplácito de entidades tan capitalistas como la Fed, el BCE, el FMI o la banca española.
Todos aplauden una medida que resulta tremendamente peligrosa, porque privatizar los beneficios y socializar las pérdidas -como ha hecho ahora el Gobierno americano- genera unos incentivos tan perversos que harían temblar al mismísimo Adam Smith. Es verdad que el Gobierno español se mantiene firme por ahora y ha rechazado ayudar a Martinsa... ¿pero qué pasaría si Santander o BBVA estuvieran a punto de quebrar? Entonces sí entraría en juego el dilema too big to fail (se trata de entidades demasiado grandes para dejarlas caer, como es el caso de Fannie y Freddie).
El capitalismo se ha pervertido hasta tal punto que el objetivo principal del sistema ya no es producir bienes para satisfacer necesidades, sino sólo producir beneficios. En lugar de suministrar dinero a la economía real, los bancos se han dedicado a especular y a manipular productos financieros.
El desastre financiero al que nos enfrentamos pone de relieve que, aunque no lo queramos, los mercados sin trabas no acaban de funcionar bien por sí solos y no se autocorrigen, como defienden los ultraliberales. El intervencionismo del Gobierno americano refleja que ninguna Administración -salvo la de Zapatero- puede quedarse de brazos cruzados mientras un país entra en recesión, ni siquiera cuando la crisis ha sido causada por la avaricia de unos banqueros o por los errores de empresas privadas.
Pero analicemos en detalle cómo es posible poner en peligro la esencia del capitalismo, con la ayuda del antiguo profesor del IESE Leopoldo Abadía y de su magnífico artículo La crisis ninja (ver leopoldoabadia.blogspot.com).
Todo empezó tras la explosión de la burbuja de Internet. La Fed bajó en dos años el precio del dinero del 6,5% al 1%, lo que dopa un mercado que empezaba a despegar: el inmobiliario. En 10 años, el precio de las viviendas se multiplica por dos en EEUU. Con unos tipos tan bajos, a los bancos el negocio se les hacía pequeño, y entonces se les ocurrió dar préstamos más arriesgados, con lo que podían cobrar más intereses- y compensar sus bajos márgenes multiplicando el número de operaciones.
Entonces empieza la fiesta. Ofrecen hipotecas a los clientes ninja (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo y sin propiedades), a los que cobran más intereses porque tienen más riesgos. Y llenos de entusiasmo les conceden créditos hipotecarios por un valor superior al de la casa que compraba el ninja, porque con el boom inmobiliario la casa se revalorizaría rápidamente. Éstas son las famosas hipotecas subprime.Este planteamiento fue bien durante algunos años. Los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia.
Pero como los bancos estaban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acaba el dinero y deciden acudir a bancos extranjeros para que les presten fondos, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que ingresamos en una Caja de Ahorros española puede estar esa misma tarde en Illinois e ir a parar a un ninja, sin saberlo ni el director de la Caja ni, por supuesto, nosotros.
Si el banco americano está pidiendo dinero a otros bancos y dando muchos créditos, se encuentra con un capital mínimo en relación con sus activos. Hay que inventar algo nuevo para sacar las hipotecas del balance. Y eso nuevo se llama titulización. El banco de Illinois empaqueta las hipotecas en paquetes que se llaman MBS (Mortgage Backed Securities, Obligaciones Garantizadas por Hipotecas). ¿Quién compra esos paquetes?El banco de Illinois crea unas entidades filiales, los conduits, que no son sociedades, sino trust o fondos, cuyos balances no consolidan con los de la matriz. Estos conduits compran los paquetes de hipotecas mediante créditos de otros bancos y contratan los servicios de bancos de inversión que colocan los MBS a fondos de inversión, a aseguradoras y a sociedades de capital riesgo.Para vender estos MBS había que convencer a las agencias de ráting de que les dieran una buena calificación crediticia. Los Moody’s, Standard & Poors y Fitch no quisieron fastidiar la fiesta y así lo hicieron. A partir de aquí, ya no hay humano que lo entienda. Los MBS se ordenan en tramos y se rebautizan como CDO (Collateralized Debt Obligations, Obligaciones de Deuda Colateralizada). Los ingenieros crean también los Synthetic CDO y los CDS (Credit Default Swaps), que nadie sabe lo que son, pero que ofrecían una rentabilidad extraordinaria.
Y todo estaba basado, no lo olvidemos, en que los ninja pagaran sus hipotecas y en que el mercado inmobiliario norteamericano siguiera subiendo...Hasta que a principios de 2007 el mercado inmobiliario se desploma, los ninja dejan de pagar las hipotecas y ya nadie quiere los MBS, CDO o CDS. El montaje se hunde y se hace necesario sanear el mercado, que es en lo que estamos ahora.¿Y qué pasará en el futuro? Pues que habrá que reinventar el capitalismo. Si el capitalismo 1.0 fue la industrialización del siglo XIX y el 2.0 nació después de la II Guerra Mundial con los acuerdos de Bretton Woods y el nacimiento del Banco Mundial y del FMI, ahora habrá que pensar en el capitalismo 3.0, que tendrá que fomentar el crecimiento económico sostenible. Una buena idea sería pagar el bonus a los inventores de los instrumentos estructurados con esos mismos productos.
Parece claro que los destrozos en la banca obligarán a dotar de más regulación al sistema financiero para frenar los abusos. E incluso se baraja la idea de aplicar a los productos financieros cláusulas de responsabilidad como los de la industria manufacturera.
El capitalismo 3.0 tendrá como eje que el consumidor se ha vuelto poderoso y que, por tanto, hay que fomentar un sistema de relaciones económicas en el que se garantice la libertad, los derechos humanos y la supervivencia. El crecimiento tiene que ser sostenible e inclusivo, es decir que beneficie a una mayoría de los ciudadanos. El peligro es caer en una excesiva regulación, ya que hay economistas que son partidarios de que se establezca un gobierno mundial de la economía, y que se implante una administración mundial de los recursos naturales. También hay que evitar que la crisis que estamos viviendo lleve a los países a la autarquía y a cerrar sus fronteras al comercio internacional .
El capitalismo 3.0 hay que crearlo. Pero antes habrá que pasar la resaca de la gran fiesta que algunos se han dado en los últimos años.

Fuente. Periódico Expansión

El derrumbe financiero que vino de los "ninjas"

Primer acto. Prima la alegría. La economía crecía desde que comenzó esta década con la vivienda como motor. Tras la crisis de internet en el 2000, el capital se fijó en el inmobiliario. Lo facilitaban unos intereses que abarataron el endeudamiento para invertir en ladrillo hasta cotas inéditas. Pero la banca quería más ingresos. Por eso en EEUU, vio en los ninjas --no income, no job, no assests, personas sin ingresos, ni trabajo ni activos--, una fuente de préstamos más caros, pero más con más riesgo --subprimes---. La bonanza y el potencial de subida del ladrillo narcotizaron a una banca que prestó por encima del valor de las casas.Como recuerda el financiero George Soros en su último libro El nuevo paradigma de los mercados financieros, "cuando se espera que el valor de la vivienda crezca más que el coste de tomar prestado, es lógico comprar más inmuebles de los que uno va a ocupar". Hasta el más común de los mortales compró para alquilar o vender. El crédito carecía de límite porque los bancos obtenían fondos de la sus colegas extranjeros --también en España--.
Segundo acto. Crece la euforia. La banca de inversión, los Lehman y demás, se las ingeniaron para limpiar los balances de los prestamistas para que el negocio siguiera rodando. Trocearon y empaquetaron los derechos de cobro de los bancos en títulos negociables avalados por las agencias que certifican la solvencia del emisor (Moodys y otros). A su vez crearon sociedades, calificadas por esas agencias, para extraer el riesgo de sus cuentas. En el 2006, ese negocio supuso gran parte de sus ingresos. Nacían activos sobre activos de activos... hasta que su valor superó el de toda la riqueza de EEUU.DE IDAHO A SABADELL Aveces con la garantía de aseguradoras u otras entidades, el papel se transfirió a los bancos a pie de calle o fondos de inversión, deseosos de dar rendimientos altos. Una parte de la hipoteca de un ciudadano de Idaho estaba ya oculta en un rincón de un fondo de inversión de un señor de Sabadell. "El problema es que llegó un punto en que no se sabía qué había debajo del papel", dice un analista.
Tercer acto. Llega la crisis. Con el paro y la caída inmobiliaria, muchos hipotecados vieron en EEUU que el préstamo costaba más que la casa ¿Solución? Como que allí solo se responde con la vivienda --en España se puede embargar el salario y otros bienes--, dejaron de pagar.
El castillo de naipes se desmoronó. Los ninjas, los más débiles del sistema, y la caída del ladrillo dinamitaron la arquitectura diseñada en Wall Street y estalló la gran crisis. Los derechos de cobro que sustentaban los títulos negociables se esfumaron. Nadie los quería. La banca de inversión tuvo que absorberlos y aflorar enormes pérdidas. Los otros bancos, recelosos unos de otros al desconocer la magnitud de la tragedia, dejaron de prestar para desespero de Colonial, Astroc y otras empresas que trabajan con el endeudamiento. Según el FMI, esta crisis puede costar un billón de dólares --toda la riqueza que se genera en España en un año--. Una mínima parte le toca al señor de Sabadell.

Fuente: El Periódico de Cataluña

24 feb 2008

Diez compañías controlan el 57% del mercado global de semillas comerciales.


Según un estudio de Context Network, grupo analista de la industria,en 2006 estas diez compañías habrían generado unos beneficios de 13.014 millones de dólares, y tan solo cuatro de ellas (Monsanto, Dupont, Syngenta y Groupe Limagrain) tendrían bajo su control el 44% del mercado, siendo Monsanto la más grande del mundo y controlando el 20%.

A partir de los cálculos proporcionados por Context Network, ETC, grupo dedicado a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos, ha observado una tendencia a la concentración en este mercado: hace dos años las diez compañías más grandes tan solo controlaban el 49%; mientras que en 1996 ese porcentaje era del 36% y Monsanto (la mayor del mercado) no estaba dentro de esa lista.

Respecto al mercado de semillas patentadas (las semillas con marca registrada, sujetas a la propiedad intelectual), la porción que se adjudican estas 10 compañías es mayor: en 2006, estas 10 compañías controlaron el 66% del mercado de semillas patentadas, con un valor de $19 600 millones de dólares. Las cuatro principales compañías tendrían el 51% del mercado mundial de este tipo de semillas, controlando Monsanto el 23% .

Compañía / Valor de las ventas en 2006 (Millones de dólares)
1. Monsanto (EEUU) + Delta & Pine Land (pro forma) / $ 4 476
2. Dupont (EEUU) / $ 2 781
3. Syngenta (Suiza) / $ 1 743
4. Groupe Limagrain (Francia) / $ 1 035
5. Land O`Lakes (EEUU) / $ 756
6. KWS AG (Alemania) / $ 615
7. Bayer Crop Science (Alemania) / $ 430
8. Takii (Japón) estimación* / $ 425
9. Sakata (Japón) / $ 401
10. DLF-Trifolium (Dinamarca) / $ 352
Fuente:

El Petróleo y los alimentos

Juan Carlos Guerra
Un mundo sin petróleo amenaza nuestra posibilidad de acceder a los alimentos. Para muestra un dato: El 17% de la energía consumida en el mundo se utiliza en la producción, distribución y suministro de productos agrícolas. Este porcentaje se divide de la siguiente manera: 4% a la producción; 5% al procesamiento; 8% al transporte y distribución desde la granja hasta los supermercados.

Dado que el común de nosotros se limita a ir al supermercado a comprar sus alimentos, muchas veces no nos damos cuenta de todo el proceso que agotan esos productos antes de llegar a las góndolas de esos establecimientos. No advertimos que la agricultura moderna depende casi totalmente del petróleo.

El motor de gasolina aplicado a los tractores, los camiones, las maquinas cosechadoras, ha reemplazado a la fuerza humana y a la de los caballos, mulas y bueyes como fuente primaria de energía en la granja. Y no solo en la siembra y el transporte esta la dependencia del petróleo en la agricultura: la producción intensiva de los alimentos también esta altamente influenciado por los hidrocarburos.

El uso de fertilizantes y pesticidas derivados de productos petroquímicos han servido de bujía esencial para que la agricultura dejara de ser una actividad familiar para convertirse en una industria y abastecer la alta demanda de una población que ha crecido vertiginosamente en el último siglo.

El uso de fertilizantes y pesticidas comenzó en el año 1950. A partir de esa fecha la demanda de fertilizantes creció de 13 millones a 150 millones de toneladas en el año 2005 y la de pesticidas paso de 90,000 kilos en 1950 a 3,200 millones de kilos en 2005, según el Informe sobre Pesticidas y Fertilizantes de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente.

La mecanización de la agricultura, el uso de fertilizantes y pesticidas derivados del petróleo, así como la introducción de avances en las técnicas de cultivo, han disparado la producción alimentaria, a la vez que han reducido la cantidad de mano de obra humana en la granja.

En un articulo publicado recientemente en la revista Science, titulado "The Mechanization of Agriculture" (La mecanización de la agricultura) se arroja el siguiente dato: "En 1850, un solo agricultor generaba alimentos suficientes para mantener a cuatro personas. En la actualidad, un solo agricultor genera alimentos en cantidad suficiente para mantener a setenta y ocho personas. La productividad agrícola aumento un 25% en los años cuarenta, un 20% en los cincuenta, un 17% en los sesenta, y mas del 28% en la década de los ochenta."

Ese aumento de la productividad agrícola se ha hecho a costa de incrementar la cantidad de petróleo consumido en el proceso. Según Jeremy Rifkin en su famoso libro La economía del Hidrogeno: "Para producir una lata de cereales de 270 calorías, el granjero consume la ingente cantidad de 2,790 calorías para mantener la maquinaria en funcionamiento y obtener los fertilizantes y los pesticidas. Así pues, por cada caloría de energía producida, el tecnificado granjero termina consumiendo diez calorías de energía." (p. 239).

Otro dato mas revelador que el anterior es sacado a relucir por David Pimentel en su estudio titulado "Food, Energy and Society" hecho para la Cornell University, de la ciudad de Ithaca en New York: "Un vehiculo que consume 4 litros de gasolina (un galón) por cada 50 Km.; en diez Km. quema la cantidad de gasolina necesaria para producir una barra de pan". Impresionante.

Un elemento importante es el referente al daño que causa en el suelo el uso de pesticidas y fertilizantes. El suelo se erosiona dada la alta cantidad de estos productos utilizada para aumentar su productividad. La contaminación que se deriva de los fertilizantes es responsable de la mitad de la contaminación actual del agua y de dos tercios de nuestros residuos sólidos.

El uso de pesticidas no es menos dañino, pues contribuyen también a la degradación del suelo. Para que tengamos una idea clara de lo que estamos diciendo, baste explicar que en el suelo habitan millones de bacterias microscópicas, hongos, algas y protozoos, así como gusanos y artrópodos que tienen la tarea de mantener la fertilidad y la estructura del suelo. Los pesticidas al destruirlos aceleran su proceso de agotamiento y erosión.

Los seres humanos consumimos cada vez mas energía para producir alimentos, pero esta producción es siempre menor al consumo. Según C. Ponting en su libro Historia Verde del Mundo: "En las dos primeras décadas de intensa explotación agrícola basada en productos petroquímicos que vinieron después de la Segunda Guerra Mundial, el consumo total de energía en el sector agrícola aumento un 70%, pero la producción alimentaria solo creció un 30%."

Como hemos visto el crecimiento de la producción agrícola, a través de la mecanización y el uso de fertilizantes y pesticidas, ha llevado consigo un aumento significativo del consumo de petróleo generando mayores emisiones de CO2. Lo que nos deja con una conclusión preocupante dadas sus implicaciones: la agricultura intensiva es uno de los principales agentes para el calentamiento global.

Conclusión confirmada por Rifkin en su ya mencionada obra con el siguiente dato: "Para responder a la demanda anual de carne de una familia media de cuatro personas es necesario consumir mas de 984 litros (260 galones) de combustibles fósiles. La quema de estos combustibles libera en la atmósfera 2,25 toneladas adicionales de CO2, la misma cantidad que emite un vehiculo medio en seis meses de funcionamiento normal." (op. Cit. Pág. 244).

Dado este panorama estamos ante la grave perspectiva de que los costos para la producción de alimentos aumente en tal magnitud que cuando entremos en la época en que la producción petrolera llegue a su techo, cientos de millones de seres humanos no estarán en condiciones de adquirir los alimentos necesarios para garantizar la propia subsistencia y la de sus familias. Esto sin contar con que actualmente hay 854 millones de personas que padecen de hambre y desnutrición.

Ciertamente, la humanidad esta hoy enfrentada a problemas que amenazan su propia existencia. Decir que el fin de la especie humana esta cerca, seria un gigante acto de alarmismo, los seres humanos todavía estamos a tiempo de salir victoriosos ante estos retos. Indudablemente, a la civilización humana como hoy la conocemos le quedan pocas décadas. Probablemente en el último tercio de este siglo sentará sus bases una nueva civilización que regirá al planeta por los próximos siglos.

Es nuestro deber asegurar primero, que el fin de la humanidad no llegue con el final de esta civilización. Y segundo, tan importante como lo primero, garantizarle a esas generaciones la construcción de su nueva civilización a partir de un mundo en donde la desigualdad, la guerra y la pobreza sean solo capítulos de los libros de historia.
La especie humana esta en peligro. Pero aun puede salvarse y ser mejor.
Fuente:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=57390

Mapa del Mundo según las reservas de Petróleo


22 feb 2008

alcance de Tería de la Complejidad

Luisa Redondo Botella
Como es sabido el movimiento es la forma de existir de la materia y del pensamiento. Si se observa la materia en sus manifestaciones exteriores, a veces puede parecer estática, pero incluso en ese momento, las partículas que la integran se hallan en continuo movimiento. Por otra parte, ninguna manifestación de la materia y del pensamiento se hallan aisladas, sin comunicación con otras, y eso es movimiento, porque se desenvuelven, no son estáticas. ¿Son conocidas todas las formas de movimiento? He aquí una pregunta para los cientistas.
Hay situaciones en las que se puede predecir con seguridad lo que va a suceder de inmediato, incluso a mediano y largo plazo. Esto ocurre en la naturaleza y en la sociedad, como su parte más avanzada. Así si un alumno estudia, es seguro que aprobará, si no lo hiciera, también el resultado es previsible. Es movimiento determinístico. No obstante la calificación que obtenga en el primer caso, obedece a la ley de la probabilidad. Pero si aparece un factor inesperado, que lo altera todo, entonces se produce el caos, ¿qué pasará? No es posible valerse del determinismo ni del probabilismo.
Pero ¿acaso es posible conocer la posición inmediata de una pequeña partícula componente de un átomo? No. También eso es un caos. De manera semejante, tampoco es posible fijar el rumbo de un acontecer social si hay algo nuevo que lo intercepta o si varía significativamente la intensidad de presencia de los elementos concurrentes. Es un caos.
Por otra parte, dado el elevado nivel de abstracción alcanzado por las matemáticas, es posible que reflejen estructuras que todavía no poseen vigencia en el mundo real. De aquí que si reflejamos un fenómeno, natural o social, en un sistema de ecuaciones diferenciales, al introducir este en una computadora y dejar que se produzca la secuencia de pasos que habrán de llevarle a su solución, puede suceder que se rebasen los límites preconcebidos y exprese situaciones desconocidas hasta entonces, cuyos protagonistas son factores internos del hecho de que se trate y externos, entre ellos, y con frecuencia apreciable, los hay inesperados, al menos su comportamiento es inesperado. De aquí que la teoría de la complejidad les interesa a los cientistas investigadores. Se está dentro de la teoría de la complejidad y dentro de ella, se maneja con frecuencia la del caos para estos asuntos.
En la reflexión anterior, es preciso considerar en la sociedad a la ciencia política tercermundista como la más afectada, puesto que las variaciones inesperadas en la influencia de los factores externos pesarán más en los países en desarrollo, porque, en general, su situación económica es más permeable a ellos, y cuando externamente se presenta algo inesperado su respuesta será más débil, además de que en ambos casos su influencia en factores internos puede se mayor en estos países. En resumen, los politólogos tercermundistas tienen sobrados motivos para estar interesados en el estudio de la teoría de la complejidad.Si teóricamente se elabora una representación gráfica del fractal y valiéndose de las técnicas de computación se deja que tal fractal se desenvuelva su albedrío, este describe trayectorias que se van alejando de un espacio central. Se aprecia en ello un orden ¿pero cuál? Porque ese orden sea todavía desconocido, a mi entender, no justifica negar su existencia y pretender solucionar la cuestión afirmando que es una expresión de caos, tal como actualmente lo entendemos, el cual se halla presente en la naturaleza y en la sociedad, y teóricamente en la teoría de la complejidad, la cual va más allá.
Las trayectorias señaladas no marcan una única dirección. Como un ejemplo, entre otros, los cuerpos celestes describen trayectorias sin dirección única, las cuales se repiten por miles de millones de siglos, a lo largo de oda su vida. ¿Habrá algo de común en esto?
Como los experimentos en las ciencias naturales son más fáciles de realizar que en la sociedad, los tomamos como base explicativa. Al pretender visualizar las trayectorias de un fractal se observa que cada vez abarcan un espacio mayor. Cabe preguntarse si en las trayectorias el fractal habrá experimentado cambio en su cualidad, porque, entiendo, que en el proceso se produce cierta acumulación medible, por lo menos de tiempo. Hay más cuestiones a dilucidar. Todos los puntos, o momentos, de las trayectorias sucesivas no tienen un nivel más alto que los equivalentes por posición de las trayectorias primarias. ¿Por qué? ¿Es que el desarrollo no implica que absolutamente todas sus manifestaciones sean más avanzadas?
Lo anterior no niega que después de cambios cualitativos mediante desenvolvimiento o integraciones de fractales y de otras partículas "superiores" se alcance el cambio cualitativo general, en lo cual todo sea más elevado.
Por lo anterior, el cambio cualitativo que se aprecia en última instancia, ¿será resultado de cambios cualitativos ocurridos en partículas en distas esferas de la estructura de la materia? ¿En todos los niveles estructurales se producirán cambios preludios del general? ¿Habrá niveles en que no se presente cambio alguno?
Estos cuestionamientos, guía conducentes al descubrimiento, abren un amplio y atrayente horizonte para el investigador en la sociedad. A los cienistas de las ciencias sociales particulares y a los filósofos, se les presenta la tarea de cómo incorporar los conocimientos que ofrece la teoría de la complejidad a sus respectivas metódicas. Habrán de comenzar por dilucidar el significado del fractal cuando se trata de la sociedad. Sin embargo, desde ahora se puede afirmar que es necesario indagar con mayor acuicidad las singularidades, o bien las individualidades, tanto si son pequeños grupos, comunidades, familia o personas que actúen aisladamente. Esto llevaría a cómo asimilar el fractal en las ciencias sociales.
El cambio cualitativo es lago fundamental en el desarrollo de los pueblos. Pero todos los factores y singularidades de la sociedad ¿realmente cambian en el momento del gran salto? Por otra parte, es que en algunos, ¿se produce el cambio anticipadamente? Y en otros ¿no habrá cambio?
A la luz de estas reflexiones, se siente la necesidad de desmenuzar la conocida frase de que el desarrollo de la sociedad se mueve en zigzag.Por lo expuesto se infiere que el estudio del salto cualitativo se torna complejo. No es que dicho fenómeno se haya complicado, sino que empezamos a estar en condiciones de profundizar más en él. Algo que hemos considerado como inesperado pudiera ser la manifestación de que en capas menos avanzadas de la estructura de la materia o en hechos sociales que se presentan en entornos limitados, se han producido cambios cualitativos, los cuales propician el cambio general, lo que sucede es que no ha sido suficientemente estudiado en la actualidad. Por otra parte, es aconsejable plantearse la inquietud de conocer sin en cambio cualitativos producidos en algunas singularidades, está el preludio del cambio general, o si se necesitaría que cualitativamente dichos cambios singulares rebasaran un límite. En cualquier caso, es evidente que propiciar cambios cualitativos en pequeñas singularidades puede tener un importancia mayor que la concebida hasta ahora.
Lo expuesto se refiere, implícita o explícitamente, a que para producirse el cambio cualitativo se necesita que el aspecto cuantitativo rebase determinado nivel. Lo novedoso es la amplitud que puede adquirir el proceso de cambio y también la categoría cantidad de la materia, sin que por ello varíe su esencia. También es un planteamiento atrevido que el salto cualitativo no se ofrezca como un todo, de una sola vez, sino que sea un proceso en el cual se van produciendo saltos en distintas estructuras de la materia, o en pequeñas singularidades de la sociedad, si bien la cualidad de los resultados, tanto en lo limitado como en lo general, habrá de diferir de las cualidades de los participantes en el salto.
Conocer la teoría de la complejidad y utilizarla es un reto que el nuevo siglo plantea a los cientistas.
Fuente:

20 feb 2008

La Peligrosa Clase Media

La clase media de los países pobres es el grupo humano que más rápido está creciendo. En los próximos 12 años, 1.800 millones de personas engrosarán las filas de la clase media. De éstos, cerca de 600 millones serán chinos. Millones más serán indios o brasileños. En ese periodo la población del planeta habrá aumentado en 1.000 millones de personas, es decir, menos que el aumento de la clase media. Las consecuencias de esto son enormes. Y los retos que esta gigantesca clase media planteará no tienen precedentes en la historia.
Homi Kharas, economista del Brookings Institution, estima que para 2020 la clase media será el 53% de la población mundial. "Hay países pobres donde millones están saliendo de la pobreza gracias al rápido crecimiento económico. Esto duplicará el tamaño de la clase media", dice Kharas. Para 2025, China tendrá la clase media más grande del mundo. La de India será 10 veces mayor.
Éstas son buenas noticias. Pero estos éxitos de la humanidad no serán gratis. Y los síntomas del aumento de la clase media mundial ya los estamos sintiendo. Usted, por ejemplo, está pagando más por la comida. Y no solo usted. En enero, 10.000 personas salieron a protestar en las calles de Yakarta el aumento de los precios de la soja. Los milaneses hicieron lo mismo por los altos precios de la pasta. La semana pasada en Jedá, Arabia Saudí, faltó el pan, ya que el trigo se hizo prohibitivo. Los mexicanos marcharon en protesta del precio de las tortillas de maíz. En Senegal las protestas callejeras fueron por los altos precios del arroz, y en India por la cebolla. Argentina, China, Egipto, Venezuela y Rusia intentan contener la irritación popular con controles de precios.
El promedio de precios alimenticios compilado por The Economist llegó a su nivel más alto desde 1845. Leyó bien; desde 1845. En el 2007 el trigo y la soja subieron más del 80%; el arroz y el maíz, alcanzaron precios récord. Estos aumentos no se deben a que ahora hay menos comida (el mundo produjo más cereales en 2007 que nunca) sino porque algunos cereales están siendo usados como combustible y porque ahora hay más gente que puede comer tres veces al día. La nueva clase media no sólo consume más comida. También compra más ropa, refrigeradores, juguetes, medicinas, y eventualmente, autos y casas. China e India, con el 40% de la población mundial, ya consumen más de la mitad del carbón, el hierro y el acero del mundo. Así, desde 2005 el precio mundial del estaño, níquel y zinc se ha duplicado. La clase media también consume más energía. En 2005, China aumentó su capacidad de producción eléctrica tanto como toda la electricidad que produce Reino Unido en un año. En 2006, aumentó tanto como toda Francia. El petróleo llegó a 100 dólares por barril no debido a embargos o accidentes que limitaron la oferta, sino por el crecimiento del consumo. A la clase media le gusta viajar: se estima que los 846 millones de turistas que hoy viajan cada año llegarán a ser 1.600 millones en 2020.
Últimamente se ha intensificado el debate sobre las consecuencias medioambientales del crecimiento del mundo. Pero la discusión sobre los efectos económicos y políticos de este boom ha sido menor. ¿Qué pasará, por ejemplo, cuando la clase media de los países ricos se vea obligada a cambiar su estilo de vida debido al crecimiento de la clase media en los países pobres? ¿O cuando los patrones de consumo que una familia estadounidense o española ahora da por descontados dejen de estar a su alcance? Ir en coche a cualquier lugar y a cualquier hora será más caro y complicado. Esto no es necesariamente malo. Pagar más por contaminar el ambiente o consumir productos no renovables podría reflejar mejor el costo que ello realmente tiene.
Pero otras alteraciones del orden mundial que pueden resultar del crecimiento de la clase media serán más traumáticas. Los cambios en las tendencias de migración, urbanización y distribución del ingreso serán profundos y conflictivos. La nueva clase media demandará casas, hospitales y escuelas de mejor calidad, e inevitablemente, mayor participación política. Los efectos no anticipados de la nueva clase media global se harán parte de nuestra cotidianidad sin importar donde vivamos.
El debate sobre los "límites al crecimiento" es tan viejo como Thomas Malthus y su preocupación por una población que crece más rápido que la capacidad de producir comida. Hasta ahora estos pesimistas se han equivocado. El mercado y las nuevas tecnologías que periódicamente revolucionan la producción de alimentos se han encargado de equilibrar demanda y oferta e impedir que los pronósticos maltusianos se cumplan. Esto es lo que volverá a pasar. Pero nuestra adaptación a un mundo con una clase media más numerosa que nunca está recién comenzando. Y la adaptación no será barata ni tranquila.

Análisis: El observador global
La peligrosa clase media
Moisés Naím
El País
17.02.08
Fuente:

Crecimiento Poblacional Mundial. Desde una perspectiva Teológica Cristiana

Daniel Iglesias Grèzes

Índice

1. Introducción
2. Presentación del problema demográfico
2.1. Datos básicos
2.2. Las causas de la "explosión demográfica"
2.3. Las consecuencias de la "explosión demográfica"
2.4. Las soluciones del problema demográfico
3. Análisis ético del problema demográfico
3.1. Análisis a la luz de los principios de la teología moral social
3.1.1. El principio de subsidiariedad

3.1.2. El principio de solidaridad
3.1.3. La opción por un mundo humanizado
3.2. Análisis a la luz del Magisterio de la Iglesia
3.2.1. Concilio Vaticano II
3.2.2. Pablo VI
3.2.3. Juan Pablo II
4. Conclusiones
5. Bibliografía


1. Introducción
En este siglo la humanidad se ha visto enfrentada a un fenómeno inédito en la historia, que plantea graves problemas económicos, políticos y culturales: una gran aceleración del crecimiento de la población mundial. Este problema ha tomado dimensiones tales que hacen necesario su enfoque a nivel planetario. La reciente Conferencia Mundial de El Cairo sobre la Población y el Desarrollo, en la cual la Santa Sede tuvo una intervención muy destacada, volvió a poner ese problema en el primer plano de la conciencia colectiva, y reavivó un debate que pone en juego valores morales muy hondos y enfrenta al cristianismo con diversas ideologías de gran influencia en el mundo contemporáneo.El presente trabajo, en el cual se estudia someramente, desde el punto de vista de la teología moral social, el problema de la llamada "explosión demográfica", consta básicamente de dos partes: en la primera parte se plantean los datos básicos del fenómeno de la "explosión demográfica", se indagan sus causas y consecuencias y se exponen las soluciones que se han propuesto para resolver el problema demográfico; en la segunda parte se realiza un breve análisis ético del problema y de sus posibles soluciones, a la luz de los principios de la teología moral social y del Magisterio de la Iglesia. Al final se agregan unas conclusiones y la bibliografía consultada.En este breve trabajo no podemos considerar el problema de las migraciones (internas o internacionales). Al respecto sólo hacemos notar que las migraciones del campo a la ciudad son la causa principal del explosivo crecimiento de las ciudades, un gran problema de por sí, que afecta sobre todo a los países subdesarrollados. Tampoco podremos detenernos a estudiar el problema del envejecimiento de la población, que afecta a los países que han realizado ya la "transición demográfica" (cf. 2.2).2. Presentación del problema demográfico2.1. Datos básicosLa población del mundo tuvo un crecimiento muy lento (menos del 0,1% anual) desde la aparición de la especie humana sobre la Tierra y durante cientos de miles de años, hasta el final de la Edad Media. Posteriormente el crecimiento de la población mundial experimentó una gran aceleración. Se suele decir que la población del mundo crece en forma exponencial. Sin embargo, no se trata de una progresión geométrica simple. La tasa de crecimiento anual de la población mundial aumentó constantemente (excepto durante las dos guerras mundiales) hasta 1970, y luego descendió algo. En consecuencia la duplicación de la población mundial se realizó en forma cada vez más rápida: el paso de 500 a 1.000 millones de personas insumió unos 220 años; la siguiente duplicación se completó en 110 años; y la siguiente se realizó en tan sólo 45 años.Analizando la evolución del índice de crecimiento anual de la población por regiones, se observa que en los países desarrollados dicho crecimiento se ha moderado en las últimas décadas; en cambio en los países subdesarrollados ese crecimiento se aceleró primero y después bajó un poco, aunque sigue siendo alto. El crecimiento actual de las poblaciones subdesarrolladas es mucho más rápido que el de las poblaciones occidentales en el siglo XIX. La mayor parte del crecimiento de la población mundial se produce en los países subdesarrollados, y dentro de éstos a menudo en los segmentos más pobres de la sociedad. En muchos de esos países la duración media de la vida continúa aumentando sin que aumente el "nivel de vida":"Un asiático famélico puede tener, en nuestros días, una esperanza de vida mayor que un noble o un burgués del antiguo régimen con buenas rentas y colmado de atenciones." (Sauvy, El problema de la población en el mundo, p. 69).2.2. Las causas de la "explosión demográfica"La teoría más utilizada por los demógrafos para explicar el fenómeno de la "explosión demográfica" es la de la transición demográfica, que puede resumirse así: antes de los extraordinarios progresos de las revoluciones científica e industrial, todas las sociedades presentaban índices de natalidad y de mortalidad elevados y en equilibrio. El progreso rompió ese equilibrio, haciendo decrecer la mortalidad, sin cambiar la natalidad. La población pasa entonces por una fase de fuerte crecimiento demográfico, hasta que reacciona a la disminución de la mortalidad, disminuyendo la natalidad y llegando a un nuevo equilibrio (cf. Véron, La transición demográfica: de la teoría a la experiencia, en: El Correo de la UNESCO, Enero 1992, p. 17).Una población primitiva tiene una tasa de natalidad del 5% anual y una tasa de mortalidad del 3% anual. Por lo tanto crece en una proporción del 2% anual. Semejante aumento multiplicaría a los hombres de una manera desmesurada al cabo de algunos siglos. En realidad el crecimiento de las poblaciones ha sido, a través de milenios, muy inferior al crecimiento natural. El equilibrio de la natalidad y la mortalidad se debía a que a la mortalidad natural (regular) se añadía una supermortalidad irregular, causada principalmente por el hambre, las epidemias y las guerras. Además, casi todas las sociedades primitivas cayeron en la tentación de suprimir a los seres que consideraban molestos, por medio del aborto, el infanticidio, el abandono de niños, la eliminación de los ancianos u otros métodos.· El ritmo de crecimiento de la producción de alimentos era muy inferior al 2% anual necesario para compensar la multiplicación natural. Por lo tanto, cíclicamente se producían hambrunas que diezmaban la población.· En la época natural las epidemias causaban grandes estragos. Terminaban apagándose por sí mismas cuando la población se iba haciendo más escasa y los sobrevivientes se iban inmunizando contra el mal.· Las guerras reducían la población en forma directa (militares muertos en combate, civiles víctimas de diversas formas de violencia) y principalmente en forma indirecta: las destrucciones y devastaciones causadas por las guerras dañaban la economía, acortando el ciclo del hambre.Al principio de la Edad Moderna, el hombre comenzó a dominar la naturaleza en un grado mucho mayor que en cualquier época anterior. El progreso tecnológico hizo posible producir más alimentos (y más regularmente) y trajo consigo una relativa pacificación y grandes progresos de la medicina, que han permitido combatir no sólo la supermortalidad de las epidemias sino también la mortalidad normal.En líneas generales podemos decir que la transición demográfica se ha completado ya en los países desarrollados, mientras que los países subdesarrollados se encuentran en plena transición demográfica, al igual que la población mundial en su conjunto. En todo el mundo la mortalidad ha descendido extraordinariamente, principalmente debido al descenso de la mortalidad infantil. La esperanza de vida, que en el siglo XVIII era de unos 30 años, supera hoy los 60 años en casi todo el mundo y los 70 años en los países desarrollados. La proporción de personas que alcanzan la edad adulta ha pasado del 50% al 95%. La natalidad ha bajado mucho en los países desarrollados, a tal punto que la población de algunos países europeos está ahora decreciendo (o continúa creciendo gracias a la inmigración), pero continúa siendo alta en la mayor parte de los países subdesarrollados.2.3. Las consecuencias de la "explosión demográfica"La población mundial crece geométricamente. Una simple extrapolación permite verificar que ese tipo de crecimiento es insostenible a largo plazo. Por otra parte la teoría de la transición demográfica asegura que la población mundial se estabilizará tarde o temprano debido a un descenso de la natalidad. Sin embargo, la desigual distribución de la población y las riquezas en el planeta podría conducir a situaciones explosivas.En 1991 los países industrializados tenían 822 millones de habitantes con un ingreso promedio anual per capita de 20.570 dólares. Los valores correspondientes para los países de ingresos medios eran 1.401 millones de habitantes y 2.480 dólares; y para los países más pobres, 3.127 millones de habitantes y tan sólo 350 dólares (cf. Keyfitz, ¿Qué cantidad de seres humanos puede soportar nuestro planeta?, en: Deutschland, Abril 1994, p. 44).La población de los países subdesarrollados continuará creciendo durante varias décadas. El crecimiento de la población podría superar al aumento de la producción, lo cual haría descender el ya bajo nivel de vida de los hombres del "Tercer Mundo". Esta situación podría conducir a graves enfrentamientos entre el Sur y el Norte.Existen muchos pronósticos sobre la evolución de la población mundial más allá del año 2000, que difieren mucho entre sí en cuanto al momento y la magnitud en los cuales se estabilizará finalmente dicha población. Las opiniones de los demógrafos están divididas. Según un grupo de ellos (compuesto sobre todo por economistas) el problema demográfico se solucionará por sí mismo. Otro grupo (formado sobre todo por biólogos) es más pesimista: el crecimiento biológico y el crecimiento económico estarían alcanzando los límites impuestos por la naturaleza (cf. Keyfitz, o. c., p. 44)."Ninguno de los intentos de determinar la densidad máxima de población ha sido concluyente... Desde hace 50 años... se han hecho múltiples predicciones sobre los límites de la capacidad de población de un país tras otro. Esos límites se han sobrepasado en casi todos, y en la mayoría de los casos la población actual tiene un nivel de vida muy superior al de sus antepasados mucho menos numerosos" (Brookfield, El juego de las cifras, en: El Correo de la UNESCO, Enero 1992, p. 29).2.4. Las soluciones del problema demográficoConsiderando el problema demográfico a escala planetaria y a largo plazo, podemos afirmar en una primera aproximación que el aumento de la producción ("solución económica") y la emigración hacia regiones menos pobladas ("solución geográfica") no resuelven el problema. A largo plazo el problema demográfico sólo puede tener una "solución demográfica" que, dado que el aumento de la mortalidad no es una salida deseable, coincide con la reducción de la natalidad. No obstante, la teoría de la transición demográfica demuestra que el problema demográfico se reduce a realizar adecuadamente esa transición y a alcanzar un nuevo nivel de equilibrio compatible con los recursos globales del planeta. En esta perspectiva, el desarrollo económico y las migraciones son soluciones legítimas. Por diversas razones, sin embargo, no cabe esperar que las migraciones contribuyan de un modo relativamente importante a resolver el problema de la transición demográfica de los países en desarrollo. Por ende el dilema planteado es: ajustar los recursos económicos a la población o, por el descenso de la natalidad, ajustar la población a los recursos económicos (cf. Sauvy, o. c., pp. 124-125).La solución económica consiste en aumentar la cantidad de recursos materiales (alimentos, energía, etc.) por lo menos con la misma rapidez que la cantidad de seres humanos. Se trata de una verdadera hazaña tecnológica, hazaña que los hombres han cumplido más o menos satisfactoriamente durante los últimos 400 años. Además, el mejoramiento del nivel de vida favorece la disminución de los nacimientos.La solución demográfica consiste en el control de la natalidad. Para acelerar la transición demográfica y reducir así la cantidad de habitantes que tendrá el mundo una vez que se haya estabilizado su población, muchos proponen una intervención de los Estados y de organizaciones no gubernamentales en pro de la disminución de la natalidad. Esta intervención puede variar desde el desestímulo a las familias numerosas hasta la imposición coactiva de la limitación de los nacimientos por parte del Estado. Los métodos utilizados para el control de la natalidad son la contracepción, la esterilización y el aborto. El aborto se puede lograr por medios quirúrgicos o químicos. Además, algunos métodos anticonceptivos tienen con cierta frecuencia efectos abortivos.

Fuente:
http://lmillau.blogspot.com/2008/02/el-problema-del-crecimiento-de-la.html

Oriblemas del Crecimiento Poblacional. Desde una perspectiva Teológica Cristiana 2/3

3. Análisis ético del problema demográfico3.1. Análisis a la luz de los principios de la teología moral social3.1.1. El principio de subsidiariedadEl principio de subsidiariedad establece que:"Una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándolo de sus competencias, sino que más bien debe sostenerlo en caso de necesidad y ayudarlo a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común." (Juan Pablo II, Centesimus Annus, n. 48, d).El principio de subsidiaridad se aplica al dominio de la población:· De él se deduce que es inaceptable que el Estado ejerza chantaje, coerción o violencia sobre las parejas para someterlas a su política demográfica y que pretenda suplantarlas en la determinación del número de hijos. Por el contrario el Estado debe proteger la libertad de las familias, salvaguardar la vida de los inocentes y hacer respetar a la mujer, particularmente en su dignidad de madre. En este ámbito tienen una importancia notable las políticas fiscal y educativa.· El mismo principio vale para las instituciones internacionales públicas. Ellas deben respetar la legítima soberanía de las naciones tanto como la justa autonomía de las parejas. No deben incitar a los Estados a adoptar determinadas políticas demográficas por medio de presiones indebidas. Sería un grave abuso del poder intelectual, moral y político presentar las campañas antinatalistas como las expresiones más apropiadas de la ayuda de las poblaciones ricas a las poblaciones desfavorecidas.· Algo análogo debe decirse respecto a las instituciones internacionales privadas.3.1.2. El principio de solidaridadLa solidaridad puede definirse así:"Es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos." (Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Socialis, n. 38, f).De este principio se deducen al menos dos consideraciones aplicables a nuestro problema:· En su libre determinación del número de sus hijos, las parejas deben tener en cuenta la situación demográfica de su país y del mundo.· Las naciones ricas deben contribuir en la medida de sus posibilidades al desarrollo de las naciones pobres. El desarrollo económico acelera la transición demográfica.3.1.3. La opción por un mundo humanizadoEl concepto de mundo humanizado expresa una de las dimensiones fundamentales del bien común. Se trata del proceso histórico de comprensión y promoción de la dignidad del hombre, de la que derivan los derechos del hombre y la mujer, de la familia y de los pueblos.El derecho básico es el derecho a la vida. De ahí que se deba rechazar el aborto como método de planificación familiar o control de la natalidad. La Iglesia afirma la naturaleza sagrada de la vida humana, la responsabilidad de las parejas frente a la transmisión de la vida y el derecho intrínseco a la paternidad. Creados a imagen y semejanza de Dios, origen de toda vida, los hombres y las mujeres son llamados a ser los colaboradores del Creador en la transmisión del don sagrado de la vida humana. Por la comunión de vida y de amor que es el matrimonio, ellos constituyen la familia, célula básica de la sociedad. No está en consonancia con el designio de Dios que las parejas paralicen o destruyan su fecundidad por la contracepción artificial o la esterilización, y menos aún que recurran al aborto para suprimir a sus hijos antes del nacimiento."Los esposos tienen el derecho inalienable de fundar una familia y de decidir el espaciamiento de los nacimientos y el número de hijos a traer al mundo, considerando plenamente sus deberes hacia sí mismos, hacia los hijos ya nacidos, la familia y la sociedad, dentro de una justa jerarquía de los valores y de acuerdo con el orden moral objetivo que excluye el recurso a la anticoncepción, la esterilización y el aborto" (Carta de los Derechos de la Familia, presentada por la Santa Sede, 22-10-1983, art. 3).3.2. Análisis a la luz del Magisterio de la Iglesia3.2.1. Concilio Vaticano IIEvocando la cuestión de las evoluciones demográficas en la Constitución pastoral Gaudium et Spes, los Padres del Concilio Vaticano II han reafirmado los derechos de la familia y rechazado las soluciones deshonrosas, incluyendo el aborto y el infanticidio (cf. GS, nn. 5, 8, 47, 51). Ellos han abogado por el derecho y el deber de la "paternidad responsable", exigencia que sólo puede ser cumplida al interior del matrimonio (cf. GS, n. 50). El Concilio pide la colaboración de todos, sobre todo de las naciones ricas, para preparar lo que es necesario para la subsistencia y la instrucción de los hombres de los pueblos que sufren dificultades provenientes del rápido crecimiento de la población (cf. GS, n. 87).3.2.2. Pablo VIEn su histórica alocución a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1965, el Papa Pablo VI proclamó el carácter sagrado de la vida humana y llamó a defenderla incluso en lo concerniente al gran problema de la natalidad:"Vuestra tarea es hacer que el pan sea suficientemente abundante en la mesa de la humanidad y no favorecer un control artificial de los nacimientos, que sería irracional, con miras de disminuir el número de los convidados al banquete de la vida" (Pablo VI, Discurso a la Asamblea de la ONU, n. 6).En su Encíclica Humanae Vitae el Papa Pablo VI explicó la doctrina de la "paternidad responsable" (cf. HV, nn. 10-16, 76) y llamó a las autoridades públicas a no aceptar que se introduzcan en la familia, por vía legal, prácticas contrarias a la ley moral natural y divina (cf. HV, n. 23).3.2.3. Juan Pablo IIEn su Carta encíclica de 1987, Sollicitudo Rei Socialis, el Papa Juan Pablo II escribió:"Por otra parte, resulta muy alarmante constatar en muchos países el lanzamiento de campañas sistemáticas contra la natalidad, por iniciativa de sus gobiernos, en contraste no sólo con la identidad cultural y religiosa de los mismos países, sino también con la naturaleza del verdadero desarrollo. Sucede a menudo que tales campañas son debidas a presiones y están financiadas por capitales provenientes del extranjero y, en algún caso, se subordina a ellas incluso la ayuda y la asistencia económico-financiera. En todo caso, se trata de una falta absoluta de respeto por la libertad de decisión de las personas afectadas, hombres y mujeres, sometidas a veces a intolerables presiones, incluso económicas, para someterlas a esta nueva forma de opresión. Son las poblaciones más pobres las que sufren los atropellos, y ello llega a originar en ocasiones la tendencia a un cierto racismo, o favorece la aplicación de ciertas formas de eugenismo, igualmente racistas. También este hecho, que reclama la condena más enérgica, es indicio de una concepción errada y perversa del verdadero desarrollo humano." (Juan Pablo II, SRS, n. 25, c-d).4. ConclusionesEl problema del crecimiento de la población mundial se reduce esencialmente al problema de la transición demográfica de los países subdesarrollados. Dejar que los hombres del Tercer Mundo se multipliquen en la miseria sería inhumano. Frente a este problema se han planteado dos soluciones: la solución económica (aumento de la producción) y la solución demográfica (reducción de la natalidad). Es más humano adaptar la producción a la población que hacer lo contrario. La doctrina social de la Iglesia se inclina hacia la solución económica. Sin embargo la misma doctrina enseña que los esposos, en el ejercicio de la paternidad responsable, deben considerar plenamente sus deberes hacia la sociedad, por lo cual no deben ignorar el problema demográfico. He aquí un desafío para la pastoral de la Iglesia.El problema demográfico es eminentemente social. Como problema moral, debe ser visto desde la perspectiva tanto de la moral sexual como de la moral social. Ambas perspectivas no se oponen, sino que se complementan.Como un punto interesante para una ulterior profundización planteamos el tema de si existe alguna forma en que el Estado pueda estimular la reducción de la natalidad sin incurrir en una presión injusta.Montevideo, 1994.

Fuente:
http://lmillau.blogspot.com/2008/02/el-problema-del-crecimiento-de-la.html

Problemas del Crecimiento Poblacional Mundial. Desde una perspectiva Teológica Cristiana

5. Bibliografía

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Avant la Conférence du Caire sur la Population et le DéveloppementEn: La Documentation Catholique 2099 (1994) p. 746.

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AMANI, MEHDI
La explosión urbanaEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 34-36.

BROOKFIELD, HAROLD
El juego de las cifrasEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 25-29.

CHASTELAND, JEAN-CLAUDE
El peso de los añosEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 40-44.

COMISION FRANCESA JUSTICIA Y PAZ
La maîtrise de la fecondité mondialeEn: La Documentation Catholique 2097 (1994) pp. 622-635.

CONSEJO DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES DE EUROPA
La Conférence du Caire sur la Population et le DéveloppementEn: La Documentation Catholique 2099 (1994) pp. 733-734.

CONSEJO PONTIFICIO PARA LA FAMILIA
Evolutions démographiques. Dimensions éthiques et pastoralesEn: La Documentation Catholique 2096 (1994) pp. 556-571.

CONSISTORIO CARDENALICIO
Appel des cardinaux pour la protection de la familleEn: La Documentation Catholique 2098 (1994) pp. 656-657.

GALDONA, JAVIER
Curso de Teología Moral SocialI. Fundamentos de la T.M.S.II. Principios OrientadoresMontevideo 1994 (policopiado).GALDONA, JAVIER
Curso de Teología Moral SocialIII. Dimensiones éticas concretasMontevideo 1994 (policopiado).

JUAN PABLO II
Lettre à tous les Chefs d'ÉtatEn: La Documentation Catholique 2094 (1994) pp. 451-452.

KAMPHAUS, FRANZ
Menos población gracias a menos pobreza: por una justa distribución del bienestar en el mundoEn: Deutschland (Abril 1994) pp. 47-49.

KEYFITZ, NATHAN
¿Qué cantidad de seres humanos puede soportar nuestro planeta? Consideraciones a la luz de
la Conferencia Mundial sobre la PoblaciónEn: Deutschland (Abril 1994) pp. 44-47.

LEAL, FRANCISCO
El fantasma de la sobrepoblaciónEn: Visión (2 de octubre de 1989) pp. 6-15.

LEE, RONALD
El medio ambiente y el elemento humanoEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 22-24.

MARTINEZ, EMILIO
La problemática ecológica ante el crecimiento y sus límitesEn: Moralia 62-63 (1994) pp. 111-126.

PRESIDENTES DE LAS COMISIONES EPISCOPALES DE EUROPA PARA LA FAMILIA
Avant la Conférence du Caire sur la Population et le DéveloppementEn: La Documentation Catholique 2099 (1994) pp. 745-746.

RUBIO, MIGUEL
El desafío demográfico. Superpoblación y supervivenciaEn: Moralia 62-63 (1994) pp. 127-162.

SADIK, NAFIS
Pobreza y contaminación, una alianza peligrosaEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 18-21.

SANCHEZ, ALONSO
¿Hacia una ética de sostenibilidad? Urgencias ecológicas y éticaEn: Moralia 62-63 (1994) pp. 185-202.

SAUVY, ALFRED
El problema de la población en el mundo. De Malthus a Mao Tse-TungAguilar (Madrid 1961).S

IMMONS, ALAN
El mar de fondo de la inmigraciónEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 30-33.

SODANO, ANGELO
La position du Saint-Siège avant la prochaine Conférence du Caire sur Population et DéveloppementEn: La Documentation Catholique 2095 (1994) pp. 520-523.

URZUA, RAUL
El desafío demográficoEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) pp. 14-17.

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La transición demográfica: de la teoría a la experienciaEn: El Correo de la UNESCO (Enero 1992) p. 17.

Fuente:
http://lmillau.blogspot.com/2008/02/el-problema-del-crecimiento-de-la.html

19 feb 2008

La producción orgánica, opción para el campo mexicano

Los productos orgánicos son aquellos producidos mediante prácticas amigables con el medio ambiente, sin usar agroquímicos, y se procesan sin aditivos, conservadores, sabores o colorantes artificiales, es decir su calidad es integral y excelente porque conservan sus características organolépticas naturales y ecológicamente tienen también un alto valor. Estos alimentos son sanos y confiables para el consumo humano. En la producción pecuaria no se usan hormonas para acelerar el crecimiento de los animales ni alimentos sintéticos.
Café indio
La agricultura orgánica coincide con el sistema de policultivo tradicional, estado más avanzado de manejo forestal, que alcanza su máxima expresión en la cultura milenaria de los pueblos indios. El café deja de ser un elemento exótico para ser adaptado a las condiciones de las selvas o los bosques mexicanos originales.
La vida en un sorbo. Museo Nacional de Culturas Populares
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM por sus siglas en Inglés) establece cuatro principios para la producción, que son el de salud, el ecológico, el social y el principio precautorio.
Si bien desde su cultivo hay bondades, para que la producción orgánica pueda tener tal denominación dentro del mercado, debe contar con un sistema de rastreabilidad, es decir, ser identificada en todas las fases de la cadena producción-consumo. Así, desde cualquier supermercado, en cualquier parte del mundo, un producto orgánico puede ser rastreado y saber quién lo produjo, dónde y cuándo.
En México se producen así diversas hortalizas, frutas, granos, ganado y miel, y se estima que 90 por ciento se exporta a Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. A escala mundial, México ocupa el primer lugar en número de agricultores involucrados en este tipo de producción; el mercado nacional es incipiente, pero avanza rápidamente en supermercados y tianguis orgánicos en las principales ciudades del país.
La mayoría de productores orgánicos en México son pequeños, sin embargo también hay de gran escala y empresas que han encontrado en este sistema una de las pocas opciones rentables en el campo mexicano, en términos ecológicos, sociales y económicos.
Los países consumidores como Estados Unidos, Japón y los miembros de la Comunidad Europea demandan más y más productos orgánicos; sin embargo, el mercado nacional ofrece un gran potencial en el consumo de estos alimentos también denominados ecológicos, biológicos o con sus prefijos eco y bío. Cada vez más, el consumidor mexicano elige sus alimentos con conciencia, buscando que sean sanos, frescos, de origen conocido, libres de organismos genéticamente modificados, sin riesgos a la salud humana, pero sobre todo que en su producción sean amigables con el medio ambiente y que haya efectos sociales más justos para el agricultor y sus trabajadores.
La demanda mundial de alimentos orgánicos es sorprendente; registra un crecimiento de 20 a 30 por ciento anual. Quizá eso explica que estos productos tengan un sobreprecio en el mercado; sin embargo, diversos estudios de costos demuestran que económicamente es más rentable el cultivo orgánico respecto del que usa agroquímicos, con rendimiento igual e incluso superior. Y a ello se suman servicios ambientales.
Mercadeo moral
A fines del siglo pasado cobró fuerza el llamado consumo ético, una filosofía y un movimiento desde la demanda que, atendiendo no sólo al valor de uso de los productos sino también a su origen social, contrapone al monstruo frío del mercado una suerte de economía moral. Desde los años 80, sellos como Max Havelaar, TransFair o Fair Trade Foundation certifican que los bienes que llevan su logo provienen de forma directa de pequeños agricultores organizados en cooperativas y respetuosos del medio ambiente, garantizando que el sobreprecio que se paga llega realmente a las comunidades de origen.
Un café por la causa. Hacia un comercio justo
Desde el punto de vista del consumidor, se requiere seguridad de que efectivamente los productos orgánicos sean obtenidos con métodos amigables con el medio ambiente y mantengan registros en toda la cadena producción-consumo. Para ello, pueden ser etiquetados como tales sólo si han pasado por una certificación. Los países consumidores han desarrollado regulaciones oficiales al respecto y en América Latina los dos primeros países que generaron esta experiencia normativa son Argentina y Costa Rica.
En México tenemos ya la Ley de Productos Orgánicos que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 2006. Aún no se cuenta con el reglamento y demás instrumentos regulatorios necesarios para que opere un sistema de control nacional. Según la Ley, la Secretaría de Agricultura asumirá la responsabilidad de controlar a las agencias de certificación, promover la producción y el consumo de productos orgánicos y concentrar las estadísticas de producción y el registro de operadores. Todo esto, apoyándose en su órgano consultivo, el Consejo Nacional de Productos Orgánicos.
La producción y el consumo de alimentos orgánicos pueden darle a México liderazgo, no sólo en las políticas públicas hacia el sector rural, sino en la prevención del cambio climático. Promover su consumo sería una inversión en la salud pública, y desarrollar el mercado local y de exportación haría competitivas a empresas y organizaciones de productores, porque estratégicamente México tiene más vocación natural y cultural para la producción orgánica que sus principales socios, Estados Unidos y Canadá.

Fuente:+
http://www.jornada.unam.mx/2008/01/15/forma.html

10 feb 2008

COMUNICADO DE ALPEDRETE SOSTENIBLE SOBRE EL PLAN DE CARRETERAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID 2007-2011.

Estimada/o vecina/o:

Como seguramente habrás sabido ya, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento se proponen llevar adelante un Plan de Carreteras que supondría la construcción de 226 kilómetros de autovías nuevas o ampliadas y un gasto previsto (susceptible de ser superado luego, como es habitual en la obra pública) de 4.200 millones de euros.
Alpedrete Sostenible tiene la intención de hacer campaña contra este Plan, aunando sus esfuerzos a través de la Coordinadora Salvemos la Sierra con otras organizaciones ecologistas y ciudadanas serranas y de la entera región de Madrid. En breve organizaremos en nuestra localidad charlas informativas y repartiremos cumplida información sobre este Plan, pero queremos exponeros en cuatro líneas el porqué de oponernos firmemente a él:

1) La Comunidad de Madrid no necesita más autovías y carreteras pues es la región metropolitana con mayor número de kilómetros de ellas por habitante de toda Europa y la segunda del Mundo. Los gobernantes de la mayor parte de Europa, como Inglaterra o Francia, han desestimado este tipo de desarrollo, escogiendo el tren de cercanías y otros medios sostenibles, demostrando un mayor sentido práctico y una mayor preocupación por el medioambiente y la calidad de vida de sus conciudadanos que los nuestros, independientemente de su color político.
2) La construcción de estas autovías no tiene ninguna utilidad social; antes al contrario tiene como única finalidad fomentar el uso del vehículo particular y “poner en valor” el territorio, es decir, crear las condiciones adecuadas para seguir aumentando la ocupación del territorio con el modelo insostenible y especulador de urbanizaciones dispersas y centros comerciales e industriales.
3) La construcción de más autovías produciría un efecto llamada que haría aumentar exponencialmente las emisiones de CO2 que producen el cambio climático. A pesar de que se ha duplicado en los últimas diez años el número de kilómetros de autovía (de 500 a 1000), Madrid continúa siendo la región del atasco: se han duplicado en ocho años el número de desplazamientos en vehículo privado, y por primera vez éstos han superado a los realizados en transporte público, siguiendo una clara lógica perversa: + autovías = + vehículos privados = a la misma saturación en un mínimo espacio de tiempo.
4) El enorme gasto previsto se dedica a “alimentar” a las grandes empresas constructoras concesionarias (FCC, Sacyr Vallehermoso, ACS etc., etc..,) en vez de ser destinado a servicios sociales cada vez más necesarios. Piénsese que con este dinero se podría construir un hospital diario durante toda la legislatura. Supone, además, una intolerable connivencia entre poder político y poder empresarial que perjudica en valores inaceptables a todos los madrileños.
5) Se trata de un Plan ilegal a todas luces, que se pretende no hacer pasar por tal para evitar la información pública global sobre el mismo: viola así la Ley de Carreteras de la Comunidad de Madrid (3/1991), la Ley estatal 9/2006 y la directiva 92/43 de la Unión Europea, pues afectaría a gran número de Zonas Protegidas.
6) La comarca serrana se ve especialmente afectada por este Plan, que deteriorará irremediablemente nuestra calidad de vida y degradará los espacios naturales de la sierra hasta hacerlos irrecuperables.
Por todo ello, Alpedrete Sostenible tendrá constantemente informados a sus simpatizantes y seguidores sobre las acciones legales, políticas y de concienciación que se lleven a cabo y les pedirá un esfuerzo especial de movilización.

Fuente:
http://www.alpedretesostenible.org/carreteras/comunicado%20carreteras.doc

3 feb 2008

Exceso de población: ¿Puede existir tal cosa?


La primera pregunta que surge en nuestra indagación a la causa de la pobreza global, es si es el resultado de nuestra propia fecundidad es inexorable. Esa fue la teoría de Thomas Robert Malthus (1766-1834), el clérigo inglés y autor del Ensayo Sobre el Principio de Población e iniciador de la percepción de la Economía como "la ciencia sombría". Malthus razonó que la población humana tiende a crecer en proporción geométrica, mientras nuestra capacidad para producir subsistencias aumenta en una proporción meramente aritmética -- por lo tanto nos encontramos en un hoyo de sufrimiento cada vez más profundo causado por el exceso de población". En opinión de Malthus, este proceso sólo podría detenerse por la "restricción preventiva" de la fertilidad o disminuída por la "restricción positiva" de la mortalidad aumentada.
La teoría maltusiana se creyó que estaba bien desmentida y relegada a la situación de un apunte curioso de la historia del pensamiento económico. Los capítulos sobre la pobreza y la subsistencia, de Henry George, en Progreso y Miseria, constituyen la reunión definitiva de la abundancia de argumentos lógicos disponibles para desmentir dicha teoría. Sin embargo, al fin del siglo XX, un creciente grupo de neo-maltusianos influenciantes está impulsando esta teoría de nuevo, agregando que la subsistencia sólo puede mantenerse delante del crecimiento de la población al costo de un nivel no sostenible de daño al ambiente natural.
No cabe duda que cinco billones ochocientos millones de personas es mucha gente. ¿Pero es demasiada? La perspectiva neo-maltusiana parece razonable, especialmente fortalecida por estadísticas tales como estas (publicadas por el World Population News Service):

600.000 millas cuadradas de bosque cortadas en los últimos 10 años.
26.000 millones de toneladas de tierra fértil nutritiva perdidas.
88 naciones clasificadas por el Programa Mundial de Alimentación dela ONU como incapaz de proporcionar suficiente comida y agua para sus habitantes.
960 millones de gente analfabeta; 130 millones de niños sin acceso a una educación primaria.
La población del mundo aumentándose por cerca de 100 millones cada año.
Bueno, tal vez, pero no hay que engañarse por las estadísticas. Un millón de personas es un incremento de más o menos un punto de porcentaje. La Tierra tiene la capacidad de absorber tales cantidades. Hoy día, vastas capacidades de los recursos de la Tierra yacen sin uso. Grandes cantidades de tierras cultivables están siendo destruidas por prácticas de cultivo o asentamiento no sostenible. Una gran parte de la capacidad de la Tierra se usa para fabricar armas, o cacharros -- todo tipo de cosas que nadie necesita para sobrevivir, a pesar de la miseria profunda de la mayoría de la población del mundo.
Los EE. UU., por ejemplo, cultivan menos acres cada año, pero siempre exportan comida y debaten continuamente políticas para controlar su superavit. Esto no es debido simplemente a las eficiencias dudosas del monocultivo, los fertilizantes petroquímicos, y la ingeniería genética. Tales métodos hacen más fácil el manejo de las grandes fincas corporativas, pero no son necesarios para cultivar altos rendimientos de comidas nutritivas. La Organización de Alimentos y Agricultura de la ONU estima que usando métodos modernos de agricultura y un proceso eficiente y sensible de distribución, la Tierra tiene la capacidad de rendir comida para algunos 33 billones de personas. Estimaciones corrientes de la ONU proyectan un tope de población de cerca de 12 billones de personas a mediados del Tercer Milenio.
La área total de tierra cultivable en el mundo hoy día, según los datos de la OAA, es 3.58 billones de acres. Cuentan tierras cultivadas y temporamente en descanso (por menos que 5 años) -- pero excluyen tierras agrícolas abandonadas. Hay suficiente tierra cultivable en la India para darle a cada habitante del país aproximadamente un medio acre. Africa, el continente más pobre, tiene 20% de la tierra del mundo y solo 12.7% de la población del mundo. ¡Norteamérica tiene un grandisimo 2.1 acres de tierra cultivable por persona!
La área total de tierra cultivable en el mundo hoy día, según los datos de la OAA, es de 3.58 billones de acres. Cuentan tierras cultivadas y temporalmente en descanso (por lo menos en 5 años) -- pero excluyen tierras agrícolas abandonadas. Hay suficiente tierra cultivable en la India para darle a cada habitante del país aproximadamente un medio acre. Africa, el continente más pobre, tiene el 20% de la tierra del mundo y sólo 12.7% de la población del mundo. ¡Norteamérica tiene un grandísimo 2.1 acres de tierra cultivable por persona!
Las estadísticas citadas anteriormente sobre la pérdida de bosques y tierra fértil nutritiva describen las consecuencias de que haya terratenientes egoistas, no de exceso de población. Por todo el mundo, la pérdida de bosques y la creación de desiertos resultan del hecho de que los campesinos tienen que recurrir a tierras sub-marginales mientras que tierras de alta calidad de cultivo se mantienen fuera de uso. La situación está siendo tan seria en Brasil que los que ocupan tierras ilegalmente han sido matados simplemente por haber ocupado lejanas áreas de fincas privadas no usadas. Un gran movimiento organizado ha crecido acerca de la demanda de los campesinos para que se les permita usar tierras que otros no estén usando.
Dos factores son correlativos consistentes con la tasa alta de natalidad: la pobreza y la falta de educación. Se ha sabido por mucho tiempo que cuando suba el standard de vida de una comunidad, la tasa de natalidad disminuye. Este fenómeno, documentado, se llama "el cambio demográfico". También se ha observado otro tipo de cambio recientemente. Donde las mujeres tienen acceso a la educación y a los medios de comunicación, las tasas de natalidad han disminuido -- aunque los niveles de ingresos no hayan aumentado.
La parte más desagradable de las promulgaciones recientes de los neo-maltusianos ha sido la idea de que se debe prohibir la procreación a la gente pobre e irresponsable para que el número de hambrientos no empiece a quitar el control de los recursos necesarios para la gente más "civilizada". En una economía en que más energía y recursos se gastan en tomar fotos de niños, que en alimentar a los niños en todo el mundo, tales consejos parecen absurdos y sin corazón. Es verdad que el mundo subdesarrollado no puede subir su standard de vida al del mundo desarrollado usando los mismos métodos antieconómicos, sin causar daños horribles al ambiente natural. No obstante, también es un hecho que la tendencia a largo plazo ha sido hacia una mayor satisfacción humana obtenida con menos contaminación y destrucción. Tecnologías ambientales sostenibles para toda industria y la producción de abundantes energía y alimentos están disponibles hoy. Las razones por las cuales no se usan tiene más que ver con política y economía que con eficacia tecnológica.


Queda un hecho que no hay que olvidar: Que las naciones más pobres, más corruptas, más desorganizadas, y con mayor peligro para su ambiente natural, son aquellas con las tasas más altas de natalidad (por supuesto tienen altas tasas de fatalidad también; la población de Africa disminuyó en 1996). Pues bien, los neo-maltusianos sí identifican problemas serios. Pero es tiempo que pongamos todo en claro: el exceso de población no causa la pobreza. No puede existir un exceso de población en un mundo donde existen recursos amplios para alimentar cada nuevo niño -- pero tales recursos se mantienen fuera de uso, o están dedicados a usos frívolos. Las condiciones miserables que se denominan erróneamente como "exceso de población" son realmente el resultado de la pobreza, no su causa.


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30 ene 2008

La Encrucijada Energética

En marzo de 2007 el Consejo Europeo definió una estrategia energética cuya finalidad es la seguridad de suministro, la preservación de la competitividad de las economías europeas y una contribución eficaz a la lucha contra el cambio climático. Para conseguirlo, se enunciaron objetivos concretos: conseguir para el año 2020 una reducción del consumo de energía primaria del 20%, una contribución las energías renovables que se cifraría en un 20% del total, y una reducción de la emisión de dióxido de carbono del 20%, apuesta esta última que fue elevada por los delegados europeos, en la Cumbre de Bali, hasta un límite comprendido entre el 25% y el 40% en el mismo horizonte temporal.

De seguir las tendencias actuales, la dependencia y las emisiones de CO2 aumentarán en Europa No queremos aceptar restricciones al transporte privado ni subidas de los precios de los combustibles.
La dificultad del problema se deriva de que las metas fijadas pueden ser contradictorias y, de seguir las tendencias actuales, la dependencia energética y las emisiones de CO2 aumentarán en lugar de disminuir. En efecto, un 80% de la energía primaria proviene de los combustibles fósiles -carbón, petróleo y gas natural-, principales responsables de los vertidos de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y que además, con la excepción de aproximadamente la mitad del carbón consumido y del gas y el crudo de los yacimientos ya declinantes del mar del Norte, provienen de países no comunitarios que están lejos de garantizar el suministro en los términos planteados por el Consejo.
Así, si se quiere disminuir la dependencia energética exterior hay que sustituir petróleo y gas por renovables y energía nuclear. El carbón, que es abundante y está bien repartido, es el combustible más contaminante, por lo que sería imprescindible utilizarlo de forma limpia, esto es, capturando el dióxido de carbono antes de que sea emitido a la atmósfera y guardándolo en algún lugar seguro. De la formidable escala del problema, 28.000 millones de toneladas de CO2 vertidas anualmente en el mundo, se sigue la dificultad de conseguir retener en condiciones de estanqueidad una fracción significativa del mismo. No es una tarea que se resolverá en los plazos de los que estamos hablando y siempre supondrá un encarecimiento de la energía así generada. En ausencia de tal solución, el imperativo medioambiental llevaría a reducir el consumo de carbón, contrariamente a lo que hoy está ocurriendo a escala global.
El aumento de la contribución de las energías renovables es una de las líneas de actuación en las que conviene hacer los mayores esfuerzos. Lo que no quiere decir que la cifra marcada como objetivo europeo sea fácilmente alcanzable. Hay que tener en cuenta, a la hora de evaluar su grado de dificultad, que las energías renovables, incluida la gran hidráulica, sólo suponen hoy un 15% de la electricidad producida en Europa (un 2% la de origen solar y eólico), a pesar de los grandes esfuerzos realizados en los últimos años.
Es interesante notar que España ocupa, en este apartado, un papel destacado en la escena mundial, con una fracción del orden de un 20% en la generación de electricidad procedente de fuentes renovables, y un potente sector industrial que está liderando buena parte de los proyectos existentes en el mundo, tanto en instalación de plantas como en avances tecnológicos.
Ahora bien, frente a sus definitivas ventajas, las energías renovables tienen dos inconvenientes, su alto precio y la intermitencia. El precio está relacionado con escasa concentración de las energías del Sol y el viento, así como a encontrarse su desarrollo tecnológico en una fase incipiente.
Se necesita, por tanto, apoyos públicos que ayuden a despegar y conseguir disminuir costes, como ya está ocurriendo con la energía eólica. El conjunto de estos apoyos supondrá un cierto encarecimiento promedio de la energía que está, a mi juicio, plenamente justificado. El problema de la intermitencia, es decir, su carácter discontinuo y parcialmente imprevisible, necesita un intenso trabajo de investigación y desarrollo, en particular en sistemas de almacenamiento de energía. En cualquier caso siempre será aconsejable disponer de fuentes que aseguren una producción continua en cualquier circunstancia. No obstante, estas dificultades, el objetivo de dar un fuerte impulso a la presencia de las energías renovables es esencial. Y España es un país que puede resultar ejemplar en este punto.
Queda la energía nuclear, que hoy supone un 14% de la energía primaria en Europa (un 31% de la electricidad). Su eliminación o incluso una disminución significativa en el conjunto de las fuentes de energía haría todavía más difícil alcanzar los exigentes estándares medioambientales, de seguridad de suministro y de precio que se persiguen. La Comisión Europea estima que las emisiones de gases de efecto invernadero evitadas por el parque nuclear europeo equivalen nada menos que al 85% de las que produce todo el sector del transporte. Hoy se están construyendo dos plantas de Generación III en Finlandia y Francia (y otras 25 más en el resto del mundo) que tienen sistemas de seguridad muy fiables. Por otra parte, los costes de la electricidad de una planta nuclear son poco dependientes del precio del combustible, y funcionan durante la mayor parte del tiempo. En España, por ejemplo, durante 2006 las plantas nucleares funcionaron, en promedio, durante el 89% del tiempo total, en comparación con el 66% para las centrales de carbón, el 47% las de ciclo combinado de gas natural y el 23% los parques eólicos. Y no emiten dióxido de carbono a la atmósfera.
Pero tienen inconvenientes, desde luego, y de importancia. El más grave es la generación de residuos radiactivos, especialmente los de alta actividad, que permanecen activos y en condiciones de contaminar durante decenas de miles de años. Algunos países han optado por el almacenamiento geológico profundo desde ahora mismo, mientras que otros se inclinan por un almacenamiento en superficie que permita custodiarlos de forma segura y poder acceder a ellos cuando la tecnología permita reducirlos en volumen y en peligrosidad. De hecho, las plantas de Generación IV, que todavía tardarán algunas décadas en ser comerciales, podrán utilizar parte de esos residuos como combustible. Se trata de un problema cierto y difícil de gestionar, que debe considerarse a la hora de decidir sobre el futuro la energía de origen nuclear. Pero, en conjunto, no parece fácil prescindir de una fuente de energía que cumple la mayoría de las condiciones requeridas por una estrategia energética sostenible. Jack Lovelock y otros científicos inspiradores del movimiento ecologista han expresado una posición favorable a su mantenimiento por considerar que el mayor peligro y el más global en la actualidad sería un cambio climático desencadenado por la utilización de los combustibles fósiles como fuente casi exclusiva de energía primaria.
El otro gran inconveniente es la proliferación del armamento nuclear. Pero el uso civil o militar de la tecnología nuclear son cuestiones distintas, aunque puedan estar relacionadas. Así, no hay peligro de proliferación en países con un gran sector nuclear civil pero de democracia consolidada y sin ambiciones de hegemonía militar, mientras que la posesión del arma atómica no implica necesariamente el desarrollo de un programa de producción de energía nuclear. En todo caso, la solución a este problema real no es técnica sino política y la Agencia Internacional de la Energía Atómica ha hecho algunas sugerencias al respecto.
La sociedad, al menos la europea, es muy consciente de los problemas medioambientales, sociales y económicos relacionados con la energía. Pero quizá no se comprende su alcance. Queremos combatir el cambio climático sin renunciar a los coches de alta cilindrada, sin aceptar restricciones al uso del transporte privado y oponiéndonos a aumentos del precio de los combustibles que quizá estimularían un uso más cuidadoso. Queremos aumentar el peso de las renovables sin renunciar a la seguridad del suministro en todo momento, sin que aumente el precio de la electricidad y sin que afecten al paisaje. Y queremos que se nos garantice la disponibilidad de energía abundante, pero que las plantas de producción e incluso las líneas de transporte se instalen lejos de nosotros, lo que equivale a decir cerca de otros. Y todos estos deseos pueden resultar incompatibles.
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29 ene 2008

El Futuro de los Alimentos Básicos

De acuerdo al International Grains Council, organismo que agrupa a los grandes productores de granos, en el año 2006 se ha alcanzado nuevamente la mayor cosecha de cereales de la historia con 1.600 millones de toneladas. Sin embargo y de nuevo, se ha demostrado insuficiente para cubrir una demanda en expansión acelerada.
Según el semanario The Economist en un artículo reciente titulado
El fín de los alimentos baratos(08/12/2007), esto tiene que ver con dos hechos económicos: La creciente capacidad adquisitiva de países emergentes como India y China, cuyo nivel de consumo se expande a velocidad de vértigo. En segundo lugar con el apoyo del gobierno estadounidense a la utilización del etanol como combustible alternativo a partir de su extracción de productos vegetales.
A pesar de la desaceleración del crecimiento poblacional en los países en vías de desarrollo, el aumento generalizado de su poder adquisitivo está incentivando a una transformación de los hábitos alimenticios desde el uso masivo de los granos hacia un consumo más sofisticado y, con ello, una mayor demanda de carne. En China se incrementado un 150 % el consumo de este alimento, pasando de 20 de a 50 kgs anuales, en los últimos 20 años. Ello, con el agravante de que para producir un kilo de carne de vacuno son necesarios 8 de cereal. Quizás, por esta razón los agricultores de las regiones productoras de insumos agrícolas como la soja vean la globalización como algo positivo.
Los cerdos, otros grandes consumidores de grano.
La otra razón es que el gobierno federal de los Estados Unidos ha decidido apoyar el destino de su vasta producción de grano, sobre todo maíz, para su empleo en la producción de alcohol como complemento a la gasolina. De acuerdo a las cifras aportadas por este semanario, en el año 2000 se utilizaban 15 millones de toneladas de la cosecha de maíz para la producción de etanol mientras que este año se ha alcanzado la cifra de 85 millones. Un aumento espectacular del aprovechamiento energético de los cereales en detrimento de los consumidores de los países del Tercer Mundo. La caña de azucar, uno de los mejores cultivos para la obtención de bioetanol. I
El crecimiento poblacional ha estado históricamente ligado al empleo de los cereales como alimento básico, para el pan, tortillas, etc. y su reciente escasez está ya produciendo explosiones y revueltas populares como la que ha ocurrido a mediados de 2007 en México, relacionada con el aumento exponencial del precio del maíz, su alimento esencial.
Este cambio drástico en las pautas de consumo alimentario, junto con la aparición de la escasez en otros suministros básicos después de décadas de expansión y bajada paulatina de los precios en los productos agrícolas, va a tener unas consecuencias que todavía no se pueden vislumbrar con claridad.
Otro hecho esencial, relacionado con lo señalado anteriormente y que merece una consideración particular, es el aumento brutal experimentado por los costes de los combustibles fósiles, el petróleo y sus derivados, en los últimos años. Todavía está en nuestra memoria reciente la cotización del barril de petróleo a menos de 20 $ el barril cuando hoy ya hemos superado la frontera sicológica de los 100. Esto ha tenido como consecuencia que, en todas partes, el transporte se ha vuelto mucho más caro y con ello el coste de desplazamiento y movimiento de mercancías. En la Unión Europea, con el movimiento correlativo descendente de la cotización del Dólar frente al Euro, todavía no nos hemos dado cuenta, pero este hecho económico negativo también empezará a ser evidente en un corto espacio de tiempo.
Pero es que las de las apetencias crecientes de una solo nación, China, cuya población está cerca de los 1500 millones de personas, se extienden a muchos otros recursos y materias primas, minerales, madera, etc., que van a aumentar su coste exponencialmente. Las consecuencias geoestratégicas que se derivan de estos factores, están ya significando su participación en la política exterior como un actor que reclama un mayor peso en la toma de decisiones de una u otra manera. Su presencia masiva en África y América Latina se ha notado en el último año, consolidando convenios de suministro y aportando asesoramiento técnico. La consolidación de un poderío militar y un uso eventual de la fuerza es una posibilidad creciente para ese país en una verosímil situación de conflicto por unos recursos cada vez más escasos.
Una de los resultados de estas oscilaciones de los mercados mundiales y del coste de los productos va a ser la variación de las expectativas de desarrollo en los distintos lugares. Aquellos que sean adictos al transporte barato de mercancías van a sufrir las consecuencias de una manera más extrema. Esto no es un efecto momentáneo tal y como ha señalado Paul Kennedy en un reciente artículo titulado ¿De nuevo petróleo por alimentos? (Diario El País 6/01/2008) sino la consecuencia de una oferta menguante frente a una demanda creciente.
No obstante y como es habitual, las consecuencias de estos hechos macroeconómicos serán mayores en los países pobres, en los cuales la población debe destinar más de un tercio de sus recursos a la alimentación mientras que en las regiones ricas del planeta este esfuerzo tiene un peso considerablemente inferior en la renta disponible.
Como secuela, las aglomeraciones urbanas de los países con dificultades económicas y altamente dependientes de las importaciones alimentarias van a ver aumentar sus problemas debido a la repercusión del incremento de los costes. Por el contrario, en el campo y en las zonas rurales del Tercer Mundo, el aumento de precios puede tener un efecto beneficioso en la disponibilidad de mayores rentas.
Las ciudades de muchos países africanos han experimentado durante la segunda mitad del siglo XX un crecimiento exponencial que no tiene que ver con un aumento de las expectativas de empleo y el desarrollo económico. Su expansión ha sido motivada por la expulsión de sus lugares de origen de grandes masas de población campesina y su emigración a las zonas urbanizadas. Ello derivado de la aplicación de las equivocadas políticas desregulatorias y la disciplina financiera impuesta por la visión de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Es en estas urbes del tercer mundo donde se produzcan los mayores sufrimientos que se acumularan a los graves déficits que ya padecen.
En Canarias, donde el 90% de los consumos alimentarios son importados, estos cambios de la economía global pueden tener unas repercusiones considerables. Durante muchos años y al albur del trasvase del empleo a los servicios y, especialmente, a las actividades turísticas, se han abandonado masivamente las actividades relacionadas con la agricultura. La dependencia externa para el acceso a la comida cotidiana algunos la cifran en más del 90 % del consumo. Bienes que deben recibirse del exterior masivamente.Podría ser el momento de empezar a planificar una mayor autosuficiencia alimentaria de los lugares, poniendo en cultivo el territorio abandonado. Ello a pesar de que suponga en este momento unos mayores costes, pero que en el futuro puede ser un elemento de supervivencia efectiva. Es una alternativa sobre la que ya se ha reflexionado y sobre la que se han llegado a acuerdos colectivos en lugares similares al nuestro como Hawaii, como ya expuse en una anterior entrada.
La alternativa es la emigración ordenada o el desastre en territorios francamente frágiles y ya claramente insostenibles desde un punto de vista alimentario como el de este archipiélago al borde de África y frente al Atlántico. No obstante, una de nuestras posturas favoritas es negar los problemas a la espera de tiempos mejores como hacen los avestruces escondiendo la cabeza.
Fuente
http://islasterritorio.blogspot.com/2008/01/el-futuro-de-los-alimentos-bsicos.html